El monumento es un sentido homenaje a las personas civiles que fueron asesinadas o desaparecidas durante el conflicto armado de El Salvador (1980-1991). Un muro de 85 metros de granito negro inmortaliza los nombres de más de 25 mil niñas, niños, mujeres y hombres, víctimas inocentes del conflicto. "Un espacio para la esperanza, para seguir soñando y construir una sociedad más justa, humana y equitativa" como dice el texto inscrito en el monumento.
La construcción de un monumento nacional en memoria de las víctimas del conflicto armado en El Salvador fue una de las recomendaciones al Estado salvadoreño recogidas en el Informe de la Comisión de la Verdad publicado en 1993, como parte de las reparaciones morales a las víctimas. Sin embargo, la iniciativa nunca contó con el apoyo de las autoridades salvadoreñas sino que fue promovida por el Comité Pro Monumento de las Víctimas Civiles de violaciones de Derechos Humanos, que agrupa una decena de organizaciones no gubernamentales salvadoreñas.
Aunque no existen datos definitivos sobre el número total de víctimas de violaciones de derechos humanos durante el conflicto armado, se estima que se torturó, ejecutó extrajudicialmente o se hizo desaparecer por lo menos a unas 75.000 personas.
jueves, 8 de noviembre de 2007
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